miércoles, 28 de noviembre de 2012

Interdisiplinariedad y lógica

Una vez que tenemos hecho un buen trabajo de base, es muy posible que tengamos que afrontar diversos "ciclos competitivos" durante el año que nos imposibilitarán rendir de una manera óptima en todas las competiciones, es decir, competición fin de semana tras fin de semana, o incluso varias durante uno sólo. 

Aquí es cuando deben primar el razonamiento, muchas veces olvidado del entrenador. ¿Cómo organizamos las cargas de manera sistematizada de manera que, sin que nuestro deportista deje de entrenar, sea capaz de rendir durante X fines de semana seguidos sin bajar su nivel? 

En este punto, surgen de mi mente dos pensamientos:
- HIIT/EPOC.
- Periodización portuguesa de fútbol. 

La primera se define como el High Intensity Interval Training / Excess Post-exercise Oxigen Consumption. Traducido al castellano, Entrenamiento Interválico de Alta Intensidad / Consumo de oxígeno extra post-ejercicio. ¿Qué significa cada uno? El primero, creo que no hará falta definirlo, ya que es un término bastante  de "moda". El segundo viene asociado al primero, ya que durante las posteriores 48h al HIIT se producen cambios a nivel metabólico que inducen un mayor gasto calórico (hablando en plata, sería como un equivalente en el ejercicio a la ingesta de proteínas por el efecto térmico de los alimentos). 

La segunda será para muchos desconocida. ¿Fútbol? ¿Y qué tiene que ver eso con cualquier otro deporte? Llamémosle carrera de fondo, piragüismo, triatlón, ciclismo... 

Aunque no lo parezca sí tiene que ver, y mucho. Parece que a los entrenadores y los practicantes de "deportes individuales" se nos fue en cierto momento la pinza y nos obsesionamos con entrenar y olvidamos descansar. Y también que todos los de deportes colectivos son "perros por naturaleza" (vagos, justo el polo opuesto). Ni tanto, ni tan calvo. 

Al final la realidad no es ni blanca ni negra, sino gris. 

Tras 4 semanas realizando un trabajo en la periodización contemporánea (Issurin) en un mesociclo de Acumulación, afrontábamos tres fines de semana de competiciones seguidas, por lo que la recuperación y las series de "calidad" eran escasas por no decir inexistentes. Fue entonces cuando empecé a darle vueltas a algo que aprendí en Rendimiento en Fútbol durante la carrera: la sistematización de las cargas en el fútbol según la escuela portuguesa (al final tendríamos que agradecerle algo a Mourinho). 

(Ahora el caso práctico, con Pepe Muñoz Sánchez). 

Así que empecé a darle vueltas a cómo poder diseñar 3 semanas seguidas de competición, descanso y carga, ya que ésta última era necesaria para empezar a coger "ritmo de prueba". 

Lo que saqué en claro era que de cada semana podíamos cargar 3 o 4 días como mucho, en función de la fatiga acumulada y de los siguientes parámetros:
1. Podemos cargar a las 24h ya que la fatiga es únicamente a nivel muscular.
2. No podemos cargar a las 48h ya que la fatiga del SNC no nos deja rendir. 
3. Pasadas 72h post competición (misma hora en la que acabamos) la recuperación estaría asegurada. 
4. 4 días y 5 días post competición serían los periodos óptimos de carga máxima intersemanal.
5. La carga del quinto día debe dejar al menos 24h antes de la carga del sexto.
6. Sexto día lo dejamos como recuperación, con un trabajo aeróbico ligero breve y toques de velocidad aláctica.
7. Entre el sexto y el día de la competición también deberíamos dejar entre 18 y 24h (casi 48 post esfuerzo intenso). 

¿Qué conseguimos con esta planificación y esta metodología?

- Asegurar la regeneración del deportista óptima.
- Utilizar el EPOC para que el deportista no "acumule" tanto agua ni peso (HC) por "ponerse ciego a pasta" los días previos de la competición.
- Proveer al deportista de estímulos supra y competitivos la misma semana de competición (esto tiene una función psicológica, en relación a las "sensaciones"). 
- Al realizar series alácticas de velocidad (y si el velocidad es esfuerzo MÁXIMO) precompetición el deportista somete al cuerpo a un estrés lo suficientemente grande para lograr una activación óptima (recordemos que un esfuerzo máximo no puede realizarse en condiciones de descanso total) pero lo suficientemente pequeña para no producir fatiga.

Los resultados de esta aplicación práctica han sido bastante buenos:
- 4º puesto en el Duatlón Cross de San Martín (-4' respecto a 2011).
- DNF en el Duatlón Cross de Alcázar de San Juan (pinchazo en bici en posiciones top 8 y remontando).
- 3º puesto en Duatlón Cross Segurilla (de nuevo problemas mecánicos en bici, -2' respecto a 2011 y a menos de 30" del primero). 


Seguiremos investigando. 


lunes, 12 de noviembre de 2012

Periodización en Bloques (III)

"Cuando testar o testear". 

Esta es una pregunta básica que no sólo compete a la PB sino también a la Periodización Clásica, la de los Matveyeros

Quizás en la estructura clásica sea casi más fácil decir cuándo hay o cuándo no hay/no se puede hacer los test para evaluar el rendimiento y el entrenamiento de nuestros clientes, entrenandos o "discípulos". Simplemente cuando se produzca un descenso del volumen, probablemente después de un microciclo de impacto, ajuste o recuperación. Pero también hemos de saber algo que a los deportistas no les suele gustar mucho: es importante testear y retestear para comprobar la asimilación de cargas por parte del deportista, pudiéndose compaginar dicho test con series de entrenamiento. 

Un supuesto: test de 1500, 2000 o 3000 en pista. Lo que significa un esfuerzo máximo para hallar la VAM del deportista (la distancia varía en función del nivel del mismo). ¿Por qué no aprovechar esa misma sesión para realizar, tras una recuperación completa post-test (llámese 5-10' de descanso activo o o pasivo), otro bloque de "series" a esos mismo ritmos? 

Esta percepción es similar en la PB pero hay un pequeño cambio a la hora de ubicar esas fechas para los test. Antes de ello recordemos:
- Los tres últimos días o los tres primeros de cada mesociclo han de dejarse como recuperación para afrontar el siguiente mesociclo.
- Esa recuperación entre bloques variará en función del tipo de microciclo que complete el mesociclo. Así pues tras un microciclo de impacto vendría uno de recuperación o de ajuste de 3 a 5 días, en función de la duración del último. 
- En el mesociclo de Acumulación el deportista se enfrenta a cargas repetitivas de una intensidad no muy elevada pero de un gran volumen. 
- En el mesociclo de Transformación el deportista baja el volumen respecto a la Acumulación pero incrementa mucho la intensidad. 
- En el mesociclo de Realización se reducen el volumen y la intensidad y se trabajan contenidos volitivos. 

Así pues y a bote pronto, no resultaría muy difícil dilucidar cuándo vamos a testear a nuestro deportista, ¿verdad?

Por si no lo habíais deducido y habíais dicho directamente que en la realización, respondo yo:
En el final del último microciclo de Transformación. 

Es decir, justo antes de empezar a trabajar en Mesociclo de Realización. ¿Por qué? Supongamos que tras diversos microciclos de diferentes tipos rebajamos el volumen y la intensidad con un Mc de Ajuste o Recuperación de 3 a 5 días (recordemos que uno de estos microciclos precede a la entrada de un nuevo Ms). Es entonces cuando se produciría esa "supercompensación" tan buscada por los entrenadores y cuando el nivel del deportista se adecuaría más a ese nivel competitivo y a la realidad.

Recordemos además que durante ese Ms de Transformación los ejercicios han tomado una mayor especificidad, similar a la competitiva, a la vez que mayor intensidad (léase transiciones, por ejemplo) por lo el potencial de rendimiento se ha visto incrementado y así no interferiríamos en el descanso y el desarrollo de las capacidades volitivas del Ms R buscando el pico de rendimiento competitivo. 

¿Por qué no realizarlo en... ?
- Mesociclo de Acumulación: Volumen excesivo, presencia de fatiga.
- Mitad del Mesociclo de Transformación: volumen relativamente alto e intensidad muy elevada. Mayor fatiga que en el Ms de Acumulación.
- Mesociclo de Transformación: ¿test pre-competición? En su defecto "competición-test". Esto añade un problema: distancias variables, circuitos no planos, falta de estandarización, climatología... Falta de precisión a la hora de analizar los resultados. 

Dicho esto, hay una nueva pregunta que surge:
¿Por qué no testeamos al principio para saber de dónde partimos?
 
Si no tenemos base... ¿será el test fiable? Nos puede pasar lo que a Vettel en el último GP de F1, quedarnos sin gasolina antes de entrar al box.